El sábado 7 de abril, a eso de las 11h, en los nuevos locales de la Escuela Popular de Prosperidad (Madrid), empezaba el 1º encuentro de distribuidor@s y colaborador@s del Molotov, organizado por nuestro colectivo, el mismo que edita este períodico.
Los objetivos de la reunión eran, por un lado, celebrar el 1er aniversario del periódico, que salió a la calle en marzo del 2000. Por otro lado, llevar a la práctica nuestros objetivos de ser una publicación fruto del esfuerzo, participación, críticas y valoraciones del máximo de gente posible. Lo que implica controlar y fiscalizar la labor del grupo editor. Como para la gente de Madrid es mucho más fácil poder criticar a diario, el encuentro estaba sobretodo dirigido a la gente de "fuera".

Nos juntamos unas 40 personas, un@s poc@s de la Comunidad de Madrid (del barrio del Pilar, de Prosperidad, de la facultad de CC. de la Información, de Fuenlabrada, de Bustarviejo..) y la mayoría de fuera: Pamplona, Vigo, Lugo, Rentaría, Málaga, Tomelloso, Crevillente, Xativa, Oviedo, Cantabria.. Y l@s que se quedaron por el camino (Barna). Gentes y realidades muy dispares, lo que no impidió que reinase un ambiente distendido y buen humor.

El encuentro empezó con un breve repaso a los 12 añitos de historia del colectivo UPA Molotov (fruto de la fusión del Molotov, boletín de resistencia y contrainformación y de la agencia alternativa de noticias UPA, grupos provenientes de la Asamblea de Okupas de Madrid), su composición actual (unas 14 personas más colaborador@s) y su organización (una asamblea decisoria y un alto nivel de implicación o militancia paralelamente a la presencia de emplead@s para las tareas burocráticas). Posteriormente se informó sobre como seleccionamos los contenidos del períodico (la información llega a través de la agencia UPA, de los grupos de contrainformación del estado y las colaboraciones, el todo discutido en la asamblea), su maquetación (resaltándose el esfuerzo, pese a la carencia de medios, por distanciarse de una estética limitada a unos ambientes muy determinados), su distribución (una tirada de 3500 ejemplares mensuales, cuya distribución, ajena a los circuitos comerciales, asegura el reparto de 1500 ejemplares en Madrid y 2000 en el resto del estado) y su financiación (gracias a su venta, la publicidad y las suscripciones).

Y se inició el debate. Se plantearon la necesidad de unas condiciones laborales dignas para l@s emplead@s, la importancia de las colaboraciones en los contenidos, la necesidad de asegurar un mínimo rigor en las informaciones (se comentaron algunos de nuestros errores más sonados), de buscar otras imprentas, la posibilidad de volver a ser gratuitos para facilitar una mayor distribución, los criterios para seleccionar la publicidad, los problemas legales que hemos tenido... Lo que nos llevó directamente a la valoración de lo hecho hasta ahora, asunto que nos ocuparía la mayor parte de la jornada. La "línea política" del períodico fue unánimemente aceptada y se empezó a debatir sobre como llegar a más gente, el freno que supone el nombre del períodico, la posibilidad de cambiarlo y la necesidad de seguir difundiendo el proyecto. En cuanto a que ámbito geográfico ceñirnos (publicación centrada en Madrid o de ámbito estatal), la cosa quedó en un modelo mixto: interesa saber lo que pasa en Madrid, pero también lo que ocurre en otros lados.

Se valoraron las limitaciones de nuestro modelo organizativo. La asamblea se vuelve demasiadas veces poco eficaz. La edición del periódico no se puede asegurar sólo sobre la base del trabajo militante, lo que implica tener emplead@s. Es necesario ser más en el colectivo, pero poca gente aguanta tanta implicación...

Tras la comida, se discutió sobre la separación entre la teoría (la contrainformación implica que se busque la mínima mediación/manipulación de la comunicación entre el emisor de la información y el receptor) y la práctica (los movimientos sociales no hacen ningún esfuerzo real por asegurar la comunicación y esto implica que la gente del Molotov debemos buscar la información, pareciéndonos cada vez más a un@s periodistas "enrollad@s", que es precisamente lo que no queremos ser). ¿Hasta que punto se puede "retocar" (aunque sólo sea para hacerla más comprensible) una información que nos llega? ¿Cómo confirmar su veracidad?

Todas estas dudas quedaron sin una postura clara común, aunque si se resalto lo importante que es que el MOLOTOV siga siendo un proyecto accesible a la crítica y a la queja ya que cometer errores es inevitable.

Frente a la valoración de ser una publicación indigesta (por la cantidad de articulos largos), la mayoría agradecía que hubiese espacio para el análisis más sesudo, combinado con noticias más breves, y que era un gran paso el que se hubiesen ampliado las temáticas reflejadas.

Por ultimo se pasó a las propuestas para avanzar. Se analizó la campaña de publicidad y para aumentar las suscripciones que vamos a poner en marcha, y las posibles mejoras al períodico (más páginas, pasar a quincenal, etc.), a la distribución y la comunicación entre el colectivo y los colaboradores.

Y a eso de las 8.30 de la noche, tras contar cada colaborador la situación en su zona, dimos por finalizados los debates. Y nos fuimos al C.S. Laboratorio, donde teníamos preparado un concierto (con The Vientre, King Putreak y Huevos Canos) y una fiesta que duro toda la noche, a las que acudieron unas 500 personas.