La Biblio :: ACERCA DE LA BIBLIO
La Biblio es mucho más que una biblioteca autogestionada, pero es también, claro, una biblioteca autogestionada.
La Biblio es mucho más que un colectivo de personas con ganas de transformar esta mierda de realidad, pero es también, naturalmente, un colectivo de personas con ganas de transformar esta mierda de realidad.
La Biblio es mucho más que un punto de encuentro e información en Lavapiés, pero es también, logicamente, un punto de encuentro e información en Lavapiés.



Pueden desalojar la Biblio, pero no desalojarán nuestras ideas. La rehabilitación de Lavapiés no es para tod@s. Cabecera de un cartel sobre el desalojo de la Biblio. Marzo 2000.

Dar una opinión es comprometerse: comprometerse implica tener una idea de mundo. Hoy en día casi nadie tiene una idea de mundo, el Sistema lo requiere para sobrevivir; por eso me llamó la atención el encontrarme con La Biblio, ese rincón autogestionado de Lavapiés, que en un edificio okupado, viejo, dejado de lado por el ayuntamiento de Madrid, funciona y congrega a gente de esa de a pie.
Por la apariencia, lógicamente no se trataba de un asentamiento del poder, por lo menos no de ese poder que cotidianamente intenta controlar hasta nuestros más pequeños movimientos.
La Biblio empezó en el otoño del 94 en el centro social Seco, que ya entonces desafiaba las leyes de la gravedad.

No, si se trataba de un poder era del otro, del que surge de la necesidad de seguir creyendo en algo diferente y que la única manera de lograrlo es dejando de creer para comenzar a actuar. Esa misma tarde volví, me paseé por las diferentes secciones, descubrí que sin duda se trataba de un lugar donde cada libro era importante y que por sí solo realizaba una lucha antisistémica

Quiero ser de La Biblio. Cartel conmemorativo de los dos años de okupación en Amparo 21 (octubre 2002)

¿Que es entonces La Biblio?
La Biblio es historia. La historia de un pequeño proyecto de puesta a disposición de los/as vecinos/as de libros, material alternativo, y un espacio para estudiar y relacionarse en el Centro Social SeKo, más tarde en el Centro Social David Castilla, luego en El Laboratorio I, despues en la Casa Okupada Deogracias y finalmente en la calle Amparo.
Es un proyecto que en esta locura de microtransformaciones y mutaciones políticas en Madrid mantiene su pretensión y su esencia de dar un servicio al barrio de forma autogestionada y directa, sin intermediarios, y sensibilizarse con la problemática de Lavapiés, que tantas ong´s e instituciones utilizan para mear encima.
Intentando ir poco a poco pero solidamente, La Biblio se ha ido haciendo a si misma con el paso del tiempo. Detrás de La Biblio están las ganas, las ilusiones y el trabajo voluntario de un grupo de personas que se ha ido ampliando con la gente que paraba en los distintos espacios que se han ido construyendo.
Por lo tanto La Biblio es una biblioteca autogestionada, un grupo de personas abierto al barrio, un punto de información, encuentro y aprendizaje colectivo, un proyecto con historia, y un espacio que recibe ganas, ilusión y trabajo de un montón de gente. Y con pretensiones de mucho más...


Un giro positivo. Cartel de una fiesta de La Biblio en el Laboratorio II.

su espacio es aquel en el que
confluyen ciertas energías y ondas expansivas en torno a un interés común: reapropiarse de la cultura y crear pensamiento crítico. Confluimos, pero -eso sí- ideando siempre órbitas distintas que no nos encuadren en un mismo círculo e intentando que la gravedad (del asunto y de la misma ley) no nos desestabilice de nuestro quehacer: La Biblio siempre a cuestas con los libros de aquí para allá, entre desalojo y okupación, entre okupación y nueva ilusión, tampoco quiere dejarse someter a este ritmo frenético. La Biblio: siempre interviniendo, esto es, siempre yendo y viniendo o también viniendo entre. Entre las galaxias infinitas de poderes y las redes sociales que nos permiten seguir insistiendo, coleccionando
libros que merezcan ser leídos, archivando la memoria colectiva de los movimientos sociales, creando otras y nuevas relaciones, abriendo espacios de convivencia y reunión, ampliando el horizonte y pensándonos, siempre, repensando la órbita marcada de nuestro planeta.
En el David Castilla la biblioteca estaba justo encima de la puerta. Sin embargo, por esa extraña arquitectura de las casas okupadas, llegar a ella era una odisea: pasillos oscuros, puertas imperceptibles y saltar por encima de objetos variados. Eso sin contar con las miradas desconfiadas de la gente del Centro Social. Entonces aún no existía el buen rollito y no se deambulaba así como así por una okupa. Lógicamente, no venía nadie.

La Biblio en el Laboratorio, 1997-98.
Durante un año y medio fuimos parte del primer Laboratorio, el lugar más surrealista que en el mundo ha sido y del cual nos largamos precipitadamente y con pena después de una de las muchas broncas "internas" que animaban la vida del centro social. De la experiencia rescatamos dos cosas: las ganas de seguir en Lavapiés y la certeza de que no volveríamos a ser parte de otro centro social.







-- Hoy los españoles nos hemos despertado con una noticia feliz: la infanta Cristina está embarazada de nuevo.
Inicio del telediario el día que nos despertamos con la noticia de que La Biblio estaba siendo desalojada.
¿Que por qué me metí en La Biblio? Eso me pregunto yo todas las mañanas de domingo que madrugo para poner puntales. Y todavía no he encontrado respuesta.
La primera vez que entré en La Biblio fue para intentar arreglar un generador que nos habían prestado. Eso fue hace ya algunos años y desde entonces mi tiempo en este proyecto de biblioteca ha estado repartido a partes iguales entre libros y chapuzas.
Así que señor juez, si lee usted esto, le pido que me permita dedicarme un poco más a los libros y a las clases que a las mudanzas y a las goteras.


--¡Están ustedes intimidando a la gente, esto lo voy a contar, lo voy a escribir!
--¿A que le detengo por amenazas?

Diálogo entre un vecino y un antidisturbios durante el desalojo de La Biblio.

En Fray Ceferino 4 (Deogracias), la noche antes del desalojo

Cuando hay un desalojo que aún se siente cercano y un aún más cercano intento de okupación frustrado por las fuerzas del orden, dan ganas de ponerse a hablar de todo lo que se cargaron cuando tapiaron la puerta de la calle Fray Ceferino González, 4 por la que se accedía a la última Biblio. Dan ganas de contar que nuestro libro de actas y las fichas de l@s soci@s se hicieron desaparecer en el desalojo y todas esas demás barbaridades que se sufren en los desalojos.
Sin embargo parece más interesante definir los proyectos en sí mismos que hacerlo en referencia a quienes intentan que éstos dejen de existir y contar. Pues aunque ahora estemos sin local y con los libros empaquetados, seguimos viv@s y con ganas de seguir.

¡La Biblio vive!
Cartel de una borrachera colectiva en la asociación Cosas de la Luna, para paliar los efectos del desalojo y una okupación frustrada. Abril del 2000.




Desalojo del CSOA David Castilla.
Al abrir un sitio cerrado sin pedir permiso, cuestionamos que la propiedad sea indiscutible, se inicia un proceso de preparar el espacio para lo que los nuevos okupantes quieran y de abrirlo para darlo a conocer y ser usado por otres. La propiedad, por lo general, se entera e incicia a su vez el conocido proceso de denuncia, la poli llega (aunque aquí el orden a veces cambia) y se hace vida conociendo la finitud, es decir, el desalojo o traslado.