2014/Manifiesto

De Hackmeeting


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Manifiesto Hackmeeting 2014 (Hackaleda): El plan continúa.

Crecemos hacia la nueva era. Arrastramos en nuestra mente la pericia y cada vez más, el clamor de la mayoría. Somo muchas. Es la hora. Sólo nos queda la unión. El equilibrio, al fin, está llegando.

Seguimos desechando lo establecido para construir lo nuevo. Ya no pueden esconderse. Nuestro legado, son más que palabras. Y los límites, ya no nos asustan. No hay miedo. Solo queda derrotar el control. Ese, es el único presente. Avanzamos hacia él.

La desobediencia, el decrecimiento y los nuevos sistemas de intercambio se amplian y forman red. Las confianzas se unen nodo a nodo, día a día, a través de Internet, para formar el anillo que generará su propia sinergia supranacional. La verdadera mente colmena comienza a tomar consciencia de su existencia. De su poder. De su lugar.

"Sí, soy un delincuente. Mi delito es la curiosidad. Mi delito es no quedarme impasible ante la injusticia a cambio de dinero."

La actitud está clara. Demuéstrala. Cumplamos los hechos. La tendencia caótica de la novedad. La permanente búsqueda del fin de los días de corrupción y oscuridad. El amanecer del Segundo Renacimiento, aquel que deja fuera a los hipócritas, a los vendidos y a los vanidosos.

No es si no aquello que estamos viviendo el trámite necesario del plan que ya hemos gestado. Nos temen los que nos tratan de alienar, pues saben que la humildad no se compra. No se trafica. Es una razón de ser. Un forma de existencia.

Nuestra lucha se libra en la mente. El único plano donde el dolor se controla a través de la pasión y la empatía. El espacio vital del pensamiento se nutre continuamente de victorias. Y tú, eres parte fundamental de las mismas.

Somos lo que fuímos y seremos lo que nunca esperaron que fueramos. Podemos. Y lo mejor de todo es que, ellos lo saben y nosotras, lo sentimos.

Se quedarán perplejos ante el avance de los acontecimientos que pronto nos darán el poder. El cambio, tan inminente como los rayos de luz atraviesan un cristal, está sucediendo.

Somos el fuego que calienta el hogar y que arde en tu interior. Somos esa llama incontrolable que da sentido a cada terminal, a cada bit y a cada princripio. Su sistema ha terminado. Fin del juego.

Seguiremos escribiendo código y metacódigo. Seguiremos forjando las alianzas de la constancia y la abnegación. Traspasaremos el panel de control para buscar la raíz. El árbol del conocimiento. La fuente de la pasión. Seguiremos desenchufando sus empresas y sus gobiernos, para conectar nuestras almas. Ellos tienen la codicia y los recursos; las armas y la mentira. Pero nosotras, tú y yo, tenemos la razón.

Podrán cambiar los actores y sus intenciones, pero el tablero seguirá siendo el mismo. Es hora de resetear la partida.

Vamos a unir los sistemas económicos con los sistemas de solidaridad. Entrelazaremos los sistemas sociales y laborales, con las formas de obtención de recursos y lanzaremos una nueva estrategia ofensiva que hará temblar los siniestros cimientos de la creación.

Seguiremos filtrando sus vergüenzas para que los culpables, recopilados en cada perfil, no puedan esconderse. Empezando por los neutrales, el ejemplo será el castigo. La redención. Vamos a ser la gillotina de la clase corrupta.

Como los bancos de peces, juntas, seremos ese gran depredador que tanto asusta. Esa forma plateada reluciente tan imposible de capturar, que no muerde, pero que siempre consigue su objetivo: La derrota del enemigo. Somos las contestación creativa. Somos la efectivad contra la desmesura. El ingenio contra el capital. Somos la danza y para eso hemos nacido: Para danzar, para demostrar cada día que no estamos hechas para huír. Ese es nuestro gran secreto, nuestra voz. La verdadera inmortalidad de las palabras que dan sentido a la existencia.

La oscura era de las clases está llegando a su fin. Si no dependemos se marchitan. Si no compramos pierden su falsa autorealización. Si compartimos, se venderán al mejor postor o perecerán. Si hacemos política, sus palabras quedarán en evidencia. Si hacemos red, la hemerotéca nos servirá de justicia. Si no hacemos caso, se deseperarán. Si perseveramos, seremos el ejemplo clarificador. Pero sobre todo, si no nos rendimos, el tiempo nos dará la razón. Ese es el verdadero legado de la red. La historia de como lo hicimos. De la vida abriéndose paso ante las injusticias de la civilización. Un forma natural de respuesta, de avance hacia un axioma que dará paso a una verdad absoluta; que la paz, la comprensión y la solidaridad son el único camino posible para la Humanidad.

Manifiesta tu rabia en cada instante y supera tu indignación. Pues salir de ese círculo te hará ver las cosas más claras. Apreciarás con mayor mesura lo que parece insignificante y, sobre todo, recordarás lo importante de sentirte viva con lo inmaterial. Si esta es una crisis de valores, valorando la vida, la superarás.

No lo olvides, tu computadora, como tantas otras cosas que te rodean, está manchada de sangre noble. Hazla fluir cada día en un proceso de expiración. Hackea y hackea sin parar, pues esa será tu respuesta sincera ante un posible futuro metajuicio final.

Tú, eres tu único obstáculo. Sino lo salvas es porque no quieres. Porque te sientes cómoda con lo que tienes. Porque has aprendido a mirar hacia otro lado y contentarte con lo que haces. Si no puedes mirarte al espejo, deja ya esa vida. El abismo pronto se asomará. Cambia tu momento y hazte sentir orgullosa de tí misma. Anónima. Bella. Escucha de nuevo el látido de un buen corazón. Aparta el ruído. ¿Lo oyes?. Eres tú, abriéndote paso.

Descubre lo que significa el letargo para las demás y deja de beber del cáliz de la indecisión. Posiciónate. Lucha. Siendo coherente con lo que piensas dejarás de pensar cómo vives, para vivir como piensas. Utiliza el factor sorpresa. Trata de sumar y no restar. Ya tienes las claves; Están en tu interior. Únicamente tú puedes hacerlas funcionar. No dudes. No temas. Nada te aportará más reconocimiento en el futuro que matar al ego a tiempo. A cambio, recibirás una sonrisa, sin duda, la mejor condecoración.

Únete, estás a tiempo. O refuerza nuestra causa. Ya comienza Hackaleda.

Recuerda, contigo o sin ti, el plan continúa. Tuya es la elección.

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