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¿Muerto el perro, muerta la rabia?
Lo que hay detrás de la demonización de Milosevic

Uno de los temas que viene centrando últimamente mayor interés y ocupando un lugar destacado en la sección internacional de los periódicos de mayor tirada es el del llamado conflicto de los Balcanes, que llegó a enfrentar al ejercito serbio con la OTAN. La reciente detención de Milosevic en Serbia ha sido uno de los episodios a los que mayor atención le han dedicado los media. Ahora bien, deteniéndonos en muchas de las noticias que hacen referencia a este asunto nos hemos encontrado con que su intención va mucho más allá de la de simplemente ponernos al corriente de lo allí sucede. Estas noticias y su manera de presentárnoslas buscan también otro objetivo: Legitimar la, por ahora, última "hazaña" bélica de la OTAN, su intervención militar en Kosovo. Para ello se ha seguido una determinada línea informativa marcada por los agentes implicados, ya empleada en anteriores bombardeos de la organización. Su principal estrategia consiste en personalizar las causas del conflicto en un solo individuo ,Milosevic, que por su perversidad y poder de control sobre la voluntad de las masas justifica el ataque militar a todo un pueblo y que, una vez apartado del poder, confirmaría el éxito de la operación y el sentido de llevarla a cabo (al mismo tiempo que invalidaría la posibilidad de haber podido tomar otra solución). Nada más alejado de la realidad; la demonización de Milosevic en el conflicto de los Balcanes responde a los propios interés del atacante. Viendo mas despacio algunas noticias sobre el caso nos encontramos con que muchas presentan un determinado perfil muy concreto:

1-Si analizamos el contenido de la información que se nos presenta vemos que abundan los datos autobiográficos sobre Milosevic, sus graves conflictos familiares y psicológicos que, sutilmente, se asocian con los motivos que nos han de llevar a entender su carrera política y que determinan sus acciones. Este tipo de información busca claramente desacreditar al enemigo como ya sucediese con Gadafi en Libia o Jusein en Irak (de este último se llegó a publicar que fue un pésimo estudiante con muy mal gusto estético.)

2-Se emplea un lenguaje agresivo, con muchos epítetos y con continuas metáforas y comparaciones con los nazis y Hitler. Se busca el horror en la memoria histórica del holocausto. Al mismo tiempo se da a entender que el bombardeo de la OTAN evitó la posibilidad de que algo así pudiese haber vuelto a ocurrir. Además convence a cierta opinión pública más sensible a la utilización de estos métodos de la conveniencia de utilizarlos por el propio bien de los agredidos.

3-Uno de los elementos más llamativos de la prensa escrita y que mayor efecto tienen sobre el lector, el lenguaje fotográfico, también sirve al mismo cometido: fotos con manifiesta intención de desprestigiar a su protagonista mostrándole con caras agresivas y con poses que evocan gestos nazis. A este respecto incluimos algunas de ellas. En una, de origen italiano, mediante una fotocomposición se funden los rostros y nombres de Hitler y Milosevic mientras que otra aparecida en El País (mirar foto) es directamente manipulada mediante un corte en el encuadre que hace desaparecer uno de los brazos de Milosevic (en el original también levantado.)

4-En su momento y antes de que otras posibles fuentes pudiesen ofrecer datos de los ya de por si execrables crímenes de Milosevic, el frente informativo de la OTAN quiso sacarles partido sobredimensionándolos para justificar la categoría penal de genocidio y que la opinión pública viese en hacer la guerra a Yugoslavia una obligación moral ineludible, que sólo podrían llegar cuestionarse los que de alguna manera estuviesen a favor del régimen de Milosevic. La intención de la OTAN era polarizar el conflicto en dos únicos bandos de opinión posibles: defensores de Milosevic, contrarios al bombardeo y detractores, favorables a la OTAN y la única solución que proponía: la militar. En general, toda la información que nos llegó al respecto era confeccionada desde agencias norteamericanas y europeas y sometida a esta perspectiva maniqueista. Este tipo de presentación, muy a la americana, de las noticias, a sus lectores "consumidores", esta imponiéndose casa vez más en la forma y en el fondo de los media de mayor difusión. Con ello son eliminados importantes elementos de juicio y contextualización, necesarios por otro lado para poder llegar a formarse una impresión crítica sobre determinados acontecimientos, de otra manera mucho más factible.

Al mismo tiempo que esta línea informativa ocupa el espacio de la prensa demonizando a Milosevic sirve a la OTAN para dejar de informar de otras más que probables "motivaciones" para intervenir y ocupar Kosovo, que como ya fueron apuntadas en "el Molo" anterior son:

a) Con la ocupación militar estratégica de los Balcanes, haciendo de kosovo un protectorado estadounidense, se toma control sobre una importante zona de tránsito comercial entre el este y el oeste de Europa, por donde atraviesan además vitales oleoductos y gasoductos para la región.

b) Supone una contención por parte de la alianza de la posible expansión de la influencia política de los rusos hacia el mediterráneo por medio de un régimen político y económico alineado con éstos (como era el de Milosevic).

c) Sirve de banco de pruebas al recién estrenado modelo de la OTAN que busca ampliar aún más su capacidad de intervención extendiéndola a las antiguas repúblicas soviéticas haciendo del mundo desarrollado un objetivo de ataque y defensa común. Justifica así el aumento en las partidas de defensa y la conversión del ejército en profesional dada la nueva necesidad de llevar a cabo "misiones de paz" favoreciendo y estimulando a la vez los intereses de la poderosa e influyente industria bélica.

En conclusión, aunque no podemos olvidar que Milosevec es un criminal de guerra que cometió graves violaciones de los derechos humanos y que motivó el enfrentamiento entre serbios y albaneses éste no fue su único responsable. Con los bombardeos sobre Kosovo también la OTAN cometió crímenes de guerra que además de no ser juzgados no han favorecido uno de los objetivos fundamentales que decía perseguir (el conflicto étnico en Kosovo ha continuado hasta el punto de hacer huir a casi todos los serbios que allí vivían).

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