Hoy, asamblea

La asamblea es la forma democrática de organización y por tanto la muerte Todavía quedan dos horas para la asamblea y yo vengo aquí a sabiendas de del estado (por favor continúe la lectura). Surge de la unión de las dinámicas que perderé el tiempo, una vez más, a saber, empezaremos tarde, nos autónomas de las personas participantes. Votar es reaccionario, convencer es perderemos allá por Bizancio, y además seguro que esta semana no viene... sinónimo de la represión de las minorías, posponer el debate significa evitar que te vas una semana más sin verl@, y yo la paliza que me he dado para el conflicto, evitar el conflicto genera desconfianza, la desconfianza supone llegar hasta aquí que luego encima caminata porque fijo que acabamos a las que ya nadie se va a dejar convencer, convencer es sinónimo de la represión tantas y me tocará ir a pata... porque ya lo estoy viendo venir... de las mayorías. Delegar puede ser confiar, o desvincularse de la decisión Me asambleo a menudo cada semana a modo colectivo como si de una terapia colectiva, o renunciar a tu responsabilidad. La autorresponsabilidad es un se tratara, lo terapizo, me cago en diez, me cuesta politizarlo porque ahora proceso más personal que pensar la asamblea como el dios que nos proveerá ya sabemos, toda la mierda esa de lo personal es político que ya no sé cuando de su maná iluminador. Opino, luego existo en la asamblea. Opino pero hago política, es pseudo hippismo auxiliar del que andamos empapándonos y ¿existo en la acción? La información, se dice, es poder. Para bien y para que parece que ya no tiene vuelta de hoja, que para una temporada está bien mal. El exceso de información genera una espiral activista, para bien y para sobre todo en verano, que todo es más relajado o yo qué sé cuando andamos mal. La centralización informativa puede crear una vanguardia de poderos@s vag@s y no nos apetece militar y disfrazamos nuestra falta de compromiso conserjes. Cuando tengo información me siento partícipe, cuando carezco de político con aquello de lo personal es político, la cañita en el bar es imprescindible, el conocerse mutuamente... me asambleo a diario cuando tengo ella tan solo soy oyente. Mi silencio es político. Contribuyo a un consenso que consensuar todos aquellos yoes que resucitan de a poquito en cada acto real desde el acuerdo, a un consenso falso desde la impotencia. Hacer callar cotidiano y que despiertan mis fantasmas, todos esos yoes que se ponen a a los excesos parlantes no es la solución pero ayuda, rescatar el silencio de discutir sus diferencias en medio de la cola de la frutería por ejemplo y claro las masas enmudecidas no es la solución pero ayuda. Callo porque no estoy formad@. Opino en asambleas técnicas, es mi campo. L@s curritos hablan llegar a un consenso en semejante situación se torna en ardua tarea, sobre en asambleas técnicas, toman decisiones no relevantes. L@s intelectuales lo todo cuando mi yo libertario tropieza con mi yo maoista y se niegan claro hacen en asambleas políticas ¿podemos acaso diferenciar una asamblea está a votar dejando la situación estar en un predecible dolor de barriga y técnica de una política? La asamblea como un acto político en sí mismo descubres encima que realmente eres autonom@ tamaña palabra porque no de toma de poder, un ejercicio constante de la defensa de diversas posturas sólo tenemos que ir continuamente cuidando nuestro vocabulario, procurando versus asamblea como un esfuerzo colectivo de consenso a pesar de los siempre tener una palabra amable con quien te cruzas por el pasillo aunque pesares. El consenso es el miedo a enfrentarse al conflicto. El consenso es tengas un jodido día, preguntando a fulano o a mengana por sus exámenes un acto de humildad, de descafeinar tu supina apuesta en pos de lo colectivo. aunque te importen una mierda, sino que encima un@ tiene que ir La asamblea como simulacro serio, disfrazando la opinión de seriedad. desdoblando su ser político entre un continuo ser/estar... soy anarquista La asamblea como una condena perpetua de tu personalidad. Eres lo que estoy autónom@, estoy comunista soy autónom@... residuos del pasado que eres dependiendo de como sea tu participación. La sorpresa de la fiesta, del se empeñan en salir en asambleas, tener que dejar atrás tu pasado comunista concierto, esa persona que parlotea en el bar, en el concierto se torna o anarquista para construir una nueva identidad que en este caso se llama hierática en la asamblea, quien no para de hacer chistes en la misma aburre identidad autónoma como bien podría haber tenido otro nombre... a la hora del café. Asumir tu rol te crea una personalidad, tú decides tu rol autonomía, autogestión, asamblea... como vacilar ante cualquiera de esas palabras porque claro como andamos predicando la santísima trinidad y no o te es impuesto porque llegaste tarde a la hora del reparto de papeles. tenemos a nada más que aferrarnos vacilar supone renunciar o pasarte del Somos polític@s en las asambleas, personales en la cotidianidad. Con tantas otro bando que aquí como dudes te acusan de estupa que para qué nos vamos asambleas al día podemos considerar que las asambleas son parte de nuestra a engañar si yo mism@ lo hago... si cuando estoy en la asamblea y espero cotidianidad, luego somos político-personales. Al final es cierta la frase de mi turno -mira que me jode lo de los turnos- no escucho a nadie porque que lo personal es político. Es probable que alguien se anime a refutarlo. ando perfilando mi discurso y escuchar al de delante si siempre anda con la misma pedrada que ya sabemos cada cual de qué va... y se acabó la capaci- La duda como claro reflejo de la inseguridad o como un viable proceso de dad de sorpresa y al fin y al cabo el consenso siempre trae graves consecuen- avance político. La duda como solución y apuesta política ante viejos e ina- cias mira la socialdemocracia alemana, los verdes, los cuáqueros, emporios movibles esquemas, recomposición del tejido social, de la creación de nuevas comerciales a merced del consenso, el consenso para los mediadores, si yo expectativas o la duda como escape existencial a las pocas ganas de dejarse no lo veo mal, oye que hay un problemita los asamblearios consensuadores empapar por otras ideas, de dejarse convencer, de formarse una idea de lo que se metan de por medio y así se evitan conflictos pero no en mi centro que se quiere, por lo que se apuesta, la duda como una apuesta, o como el social que de cuando en vez es necesario que las cosas estallen y no sean miedo de que tu tajante y clara idea deje en el camino aquella vieja amistad, consensuadas, porque ya me dirán vaya movimiento revolucionario que está la recién estrenada conquista. La autonomía es el hueco dejado por alguien asentado sobre el consenso y la tolerancia, las palabras favoritas de la social- donde chapoteo a gusto, la autonomía generada a diario en cada decisión democracia y de los anabaptistas... creo que como una vez más se va a re- tomada por la colectividad y por mi convencimiento, si callo otorgo, si hablo trasar la asamblea me acerco a Sol a pillar el Euzkadi Información y así le razono y defiendo lo que creo, si escucho no sólo oigo. Yo estuve en Italia echo un vistazo mientras hablan del precio del próximo concierto... en el 77.

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