UNA LLAMADA DE JUSSIEU

París, 7 de febrero de 1998.

Por primera vez, los parados se levantan contra sus condiciones de vida. Desde hace ya casi dos meses, en Francia, siguen bajando a la calle y ocupando administraciones y empresas, en una lucha que está tomando dimensiones internacionales.

Este movimiento no se parará, hagan lo que hagan los falsos amigos que multiplican sus maniobras para ahogar una revuelta que escapa a su control. En Francia, es el cebo de las 35 horas, que no es otra cosa que el viejo proyecto reaccionario de la anualización del tiempo de trabajo. También es la enésima llamada a la balante e hipócrita (recordemos que Le Pen es una criatura creada por Mitterrand) "vigilancia" contra una extrema derecha que sería mucho más fácil de contener si los socialistas no vieran en ella la condición sine qua non de sus éxitos electorales. ¿Qué no inventarán todavía para que no se hable más de los movimientos sociales, especialmente de los parados? No deja de ser revelador que sea la "izquierda plural" la que organice estas maniobras de diversión, en un intento por recuperar la honorabilidad que perdió reprimiendo a parados. Es lamentable ver que cierta extrema izquierda, al parecer atolondrada, se asocie a dichas maniobras. Pero tal distribución de los roles que tiene como objetivo vencernos, pertenece a lo "ya visto", todo un clásico del engaño.

En Europa, somos centenares de miles sin empleo, cobrando sueldos mínimos, sin-papeles, proletarios de usar y tirar, excluidos y precarios. Frente a los bancos, patronos, acaparadores y sus lacayos de las Escuelas Superiores de Administración, frente a los "expertos" y otros "emprendedores" liberales y socialdemócratas, ahora sabemos que solamente podemos contar con nosotros mismos. Pero nadie nos va a hacer callar. No vamos a abandonar la pelea. Ya no nos disolveremos más. Condenados de la Tierra, jóvenes de las periferias y de las universidades sin futuro, excluidos de todos los países, ¡coordinemos nuestros esfuerzos para conseguir condiciones de vida decentes! No tenemos nada que perder, sino el tiempo y una paciencia infinita que no interesa a nadie. Burgueses y burócratas cebados, ¡Cuidado, venimos con ira!

Asamblea General todas las tardes a las 18 horas en Jussieu (excepto fines de semana).
Citas informales y actividades diversas en el local: 185, rue de Charonne, 75011 París.