COMUNICADO DEL CENTRE SOCIAL OKUPAT LES NAUS

¿Hay más guerras que las que se ven por televisión? Sí, hay otras guerras. Guerras que no se libran en lugares remotos, guerras en las que no hay batallas entre tropas, ni bombardeos de la aviación; guerras, en definitiva, que no adoptan la forma clásica de un enfrentamiento militar. Nos referimos a las guerras cotidianas, las guerras que libramos cada día en nuestras vidas. No hay que marchar a lejanos desiertos para asistir a ellas. Esta ciudad, Barcelona, como cualquier otra ciudad, es un campo de batalla.

La precariedad laboral, el control social, la ley de extranjería, las agresiones a las mujeres, la especulación urbanística, éstas son las batallas de la guerra cotidiana. Una guerra que nos han declarado a todos, en las que todos somos el enemigo a derrotar.

Ahora asistimos a un nuevo episodio de esta guerra permanente: el intento de desalojo del CSO Les Naus. Parece que los centros sociales forman parte de ese enemigo a exterminar. Parece que hay que acabar con las actividades culturales, con la autoorganización, con la experimentación de formas de vida en libertad y comunidad. Parece que hay que derrotar a la gente que se une para combatir su miedo, su soledad, su asco ante estas vidas que nos obligan a sufrir.

Resulta cínico que el desalojo de un centro social donde se desarrollan actividades culturales sirva de aperitivo, uno más, a las celebraciones del año 2004, el año del llamado "Forum de las Culturas SA". Organizado por el ayuntamiento de Barcelona, este Forum tiene por objetivo, eso dicen ellos, promover el diálogo entre las culturas y reflexionar en torno a los valores de la paz, el desarrollo sostenible, y la diversidad cultural. Hablan de paz los que promueven guerras, sin ir más lejos uno de los patrocinadores del forum es la empresa de tecnología militar Indra. Hablan de desarrollo sostenible los que se dedican a la especulación y al diseño de Barcelona como una gran empresa lucrativa y no como un lugar para vivir. Hablan de multiculturalidad los mismos que persiguen a los inmigrantes y llegan a organizar cacerías para expulsarlos del centro de la ciudad. Hablan de diálogo entre las culturas los que patrocinan los desalojos, el desmantelamiento de los centros sociales y la desaparición de formas de vida donde experimentar nuevas formas de socialidad.

La guerra no ha terminado. La guerra se libra todos los días. Todos somos el enemigo a derrotar.