A raíz de la reunión mantenida entre el Concejal D. Ignacio del Río y miembros del centro social okupado El Laboratorio en Febrero de este año en la que el Concejal se comprometió a estudiar las propuestas del Centro Social acerca de la continuidad del mismo, y después de un elaborado proceso de reflexión y discusión tanto interna como con otros colectivos y asociaciones del barrio, hemos elaborado la presente propuesta referida a las actuaciones en el Casino de la Reina en el contexto más amplio de la Rehabilitación de Lavapiés.
Creemos firmemente en la necesidad de rehabilitar este barrio y nos alegra que el Ayuntamiento se haya decidido, por fin, a acometer este proceso. Sin embargo, el actual plan presenta graves deficiencias, la principal de las cuales es la falta de participación vecinal en la toma de decisiones que afectan a los propios vecinos y vecinas. No hay mecanismos articulados en este plan para que los vecinos podamos intervenir en el diseño de nuestro barrio.
Según las últimas informaciones, las intenciones del Ayuntamiento para las actuaciones en el Casino de la Reina consisten en:
- la construcción de una piscina cubierta, un polideportivo y un llamado 'centro social multicultural' en el Asilo de Cigarreras,
- la creación de una zona verde integral,
- la construcción de equipamientos "compatibles con la actividad comercial" en la segunda planta del Mercado de San Fernando
- la permanencia del Instituto de Enseñanza Secundaria Cervantes (habiendo abandonado la peregrina idea de un parking adicional en el barrio).
Todos estos equipamientos pueden ser vistos con muy buenos ojos por parte de los vecinos y vecinas si no supusieran, según los planes del Ayuntamiento, la demolición de dos colegios, del edificio de Magisterio, de las pistas deportivas ya existentes y del edificio de menos de treinta años que actualmente alberga el Centro Social El Laboratorio.
Entendemos que estas actuaciones supondrían un grave derroche de recursos económicos y sociales ya que estos equipamientos se pueden conseguir a un coste mucho menor. En particular:
- es absurdo derribar la piscina de la Latina para hacer una zona verde y construir una nueva piscina en una zona verde, siendo mucho más lógico y respetuoso con el dinero de todos rehabilitar la piscina ya existente;
- el polideportivo, según las someras indicaciones suministradas, consistiría en un par de canchas deportivas. Hay, al menos, tres posibilidades alternativas mucho más sensatas para llevar a cabo este proyecto. La primera sería la que el Ayuntamiento había pensado en un principio, que era su ubicación en la segunda planta del Mercado de San Fernando. No está nada claro para qué se utilizará finalmente esta segunda planta. Otra posibilidad es la de aprovechar, ampliar y abrir al público las instalaciones ya existentes en los colegios e instituto de la manzana del Casino de la Reina. Finalmente, cabe considerar la posibilidad de crear una área deportiva integrada con la piscina mencionada y las instalaciones deportivas colindantes en la zona de La Latina;
- igualmente, es paradójico que se contemple un centro cultural en el Casino de la Reina cuando el Ayuntamiento ya posee un centro de tales características en la calle del Olivar, un edificio en muy buenas condiciones de mantenimiento pero de utilización nula. Todas las actividades previstas para un hipotético centro multicultural pueden y deben ser llevadas a cabo en este espacio idóneo para ello.
Pero quizás lo más desconcertante es la posibilidad de destruir un centro social que está en pleno funcionamiento en la zona del Casino. Nos referimos por supuesto al 'Laboratorio'. En este centro social se están desarrollando en la actualidad multitud de actividades y proyectos de alto contenido social, entre ellas las siguientes:
- una biblioteca con más de 4.000 volúmenes;
- una sala de estudio;
- un comedor popular;
- un cine;
- salas de ensayo para grupos de música, teatro y danza, actuaciones de estos y otros grupos;
- coloquios y debates, grandes actos públicos;
- conciertos sin ánimo de lucro destinados a proyectos comprometidos con la transformación social;
- una cafetería que es al mismo tiempo punto de información y debate;
- un bar que funciona a través de una cooperativa;
- sala de ordenadores;
- talleres de serigrafía, de fotografía, un taller de autoproducción y difusión de música, clases de apoyo al estudio, idiomas (árabe, alemán, inglés y francés) y música;
- sala de exposiciones;
- talleres de trabajo social con niños y niñas del barrio ('Al-Madrasa', en colaboración con otros colectivos del barrio).
Además, existe un huerto y un jardín cuidado por una cooperativa que es la única zona verde abierta al público que existe en la actualidad en el barrio.
Cabe resaltar, por otra parte, la existencia de 83 viviendas en una parte del centro social okupado, con cierta independencia pero vinculados en el proyecto del centro. En un hipotético desalojo y demolición estas personas manifiestan el deseo de seguir viviendo en Lavapiés. Desde un punto de vista político no hay que desvirtuar la posibilidad de gran alarma social por dejar en la calle a estos vecinos y vecinas que van a tener que encontrar otros techos para vivir, una tarea no muy difícil en un barrio lleno de casas abandonadas y en estado de deterioro como es Lavapiés.
Todos estos proyectos han cuajado durante más de un año de funcionamiento del centro social, a pesar de las precarias condiciones de uso a las que está sometido éste, sin luz ni agua corriente y en condiciones de ilegalidad y hostigamiento. El proyecto del centro social ha sido posible gracias al sentimiento colectivo de construir a través de la autogestión un espacio de cooperación social que no pasa por el mando ni las directrices verticales. Dicho en otras palabras, la fuerza que ha sido capaz de este derroche de creatividad y esfuerzo colectivo radica precisamente en la total autonomía y autogestión del centro social. Por otra parte, este es un espacio abierto en el que pueden intervenir todas aquellas personas que confían en esta forma de cooperación social, como de hecho está ocurriendo con la participación de asociaciones y colectivos del barrio que llevan a cabo actividades en el centro. Por esto, cualquier propuesta que no respetara esta forma de autogestión sería, en la práctica, un intento de destruir este centro social.
Como hemos visto, existen muchas posibilidades de actuación en el Casino de la Reina que son compatibles con la permanencia del centro social 'El Laboratorio'. Entendemos este documento como una manera de intervenir en el proceso de diseño del barrio. Somos conscientes de que estos son los momentos oportunos, dado que el Plan no es un proceso cerrado sino que está constantemente siendo transformado atendiendo a las distintas valoraciones políticas del Ayuntamiento. Estas valoraciones deben tener en cuenta las propuestas de los distintos colectivos y gentes que trabajamos en Lavapiés.
El centro social autogestionado 'El Laboratorio' es un bien para el barrio y puede llegar a serlo aún más si se contempla su permanencia en el contexto de una zona verde integrada.
Madrid, 14 de junio de 1998
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