Documentos y publicaciones. Menu de Navegacion
Navegador
del texto:


[ para descargar este
texto completo a tu ordenador pica aquí ]

Por qué Nodo50 ha dejado de interesarme
by Marga

El nacimiento de Nodo50

El origen de Nodo50 se remonta a 1993, cuando la campaña "50 Años Bastan" organizada contra las instituciones de Bretton Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) decidió dotarse de una infraestructura telemática como parte del desarrollo de las comunicaciones de la campaña.
En esa época, el desarrollo de la telemática antagonista en España se reducía a unas pocas BBSs mantenidas personalmente por sus SysOps y conectadas a otras mediante el sistema FidoNet. FidoNet proporcionaba un sistema de intercambio de mensajes de correo electrónico y de noticias posible gracias a conexiones no permanentes entre sus nodos.
Siendo la ONG SODePAZ quien asumió el área de comunicaciones de la campaña, y a falta de otra gente que quisiera trabajar en ello, se apoyó en la experiencia de una de esas BBSs alojada en Madrid (Revolware) para, junto con su SysOp, implementar una BBS con tecnología UUCP sobre el sistema DeskView conectada en modo no permanente a la red GreenNet. Esta BBS recibió el nombre de Nodo50.
Para 1993 el desarrollo de las BBSs en España estaba en manos de gente aficionada a la telemática, pero muy desvinculada de colectivos de acción política, incluso de aquellos colectivos que trabajaban en temas de contrainformación. La propia BBS Revolware, a la que Nodo50 debe el lema telemática antagonista y que ahora combina con telemática solidaria y/o telemática alternativa, había sido ofrecida por su SysOp a la Agencia UPA (colectivo de Madrid dedicado a la contrainformación) para que ésta asumiera su gestión, ofrecimiento que fue rechazado. Así pues, hay que reconocer a la campaña "50 Años Bastan" el mérito de haber inaugurado la primera infraestructura telecomunicativa de gestión colectiva y abiertamente política en España, al tiempo que hay que notar también los límites de este proyecto pues, una vez finalizada la campaña, los principales grupos organizadores con capacidad para mantener Nodo50 renunciaron a ello, siendo entonces cuando SODePAZ asumió su continuidad, y forzosamente también una especie de tutela.
No es el momento de valorar los pros y contras de la campaña como forma de intervención, pero no cabe duda de que Nodo50 quedó empapado, como no podía ser de otra manera, por esa forma de intervención. Debemos a la campaña la obtención de recursos económicos (con un superávit de varios millones de pesetas), que permitieron liberar gente para trabajar en la misma campaña e, indirectamente, fortalecer los grupos que la organizaban; también le debemos la financiación de recursos, la resonancia a nivel mundial y la vinculación de Nodo50 al punto de vista sobre las relaciones Norte-Sur defendido por la campaña.
Pero la ambivalencia de una campaña de este tipo en lo que a los procesos de autoorganización se refiere dejó a Nodo50 en la ambigua situación de ser un recurso utilizado colectivamente en especial por ONGs, que sí apostaron abiertamente por la comunicación telemática, pero bajo una gestión tutelada que lo despotenciaba como proyecto autónomo.

La conexión de Nodo50 a Internet

A mediados de los noventa, el acceso permanente a Internet estaba prácticamente limitado a las instituciones académicas.
Para la minoría de gente que utilizábamos la telemática, lo habitual era conectar con más o menos frecuencia con alguna BBS para intercambiar correo, leer noticias o descargar ficheros. La conexión requería disponer de un módem y marcar el número de teléfono de la BBS de destino. Todavía recuerdo cómo para conectar con la ECN italiana, red de BBSs dedicadas a la telemática antagonista, establecía conexión con alguno de sus nodos mediante una llamada telefónica ¡internacional!, sin que por aquel entonces pudiera imaginar otra manera de hacerlo. En el entorno de las BBSs el problema de la conectividad no existía como tal, pero la cosa cambió con el advenimiento de Internet.
La conexión de Nodo50 con Internet tuvo lugar durante el verano de 1996, poco después de la implantación de Infovía por parte de Telefónica. Para esa época, el propio desarrollo del capital empezó a asumir las telecomunicaciones como un mercado que en su segmento central quedaría controlado por el monopolio Telefónica, mientras que se abriría un espacio en sus segmentos marginales para el boom de pequeñas empresas, que venderían conexiones a Internet. Telefónica desarrolló la tecnología Infovía para resolver dos problemas que limitaban el crecimiento del mercado: por una parte permitiría la conexión a Internet mediante llamada telefónica local a través de un número único (el memorable 055); por otra parte permitiría a las empresas vendedoras de conexión (llamadas "proveedores de acceso") la posibilidad de múltiples conexiones a través de un solo hilo. Infovía se imponía como una tecnología intermediaria entre el cliente que compraba conexión a Internet y la empresa que se la vendía: en términos más técnicos, una pasarela. Así pues, Telefónica controlaba los dos extremos del negocio, pero facilitaba enormemente el desarrollo y la gestión de un servidor de conexión y con ello posibilitaba el boom de los proveedores de acceso a Internet (figura casi desconocida en el resto del mundo), que a partir de entonces asumirían el desarrollo del mercado minorista de las telecomunicaciones y todo lo que ello conlleva, especialmente las tareas de extender el mercado hasta masificarlo y, sobre todo, de asistir a una clientela poco adiestrada en las prácticas telemáticas.

El asunto de la conectividad

Cuando, en el verano de 1996, Nodo50 dejó de ser una BBS para ser un servidor en Internet, debió plantearse el problema de si, además de los servicios propios de Internet (correo electrónico, web, etc.) debía también constituirse en proveedor de acceso.
En la manera como percibimos Internet en el Estado español parece obvio que ofrecer servicios y proveer de acceso son una misma cosa. Sin embargo, ya para entonces había otras experiencias que, en el ámbito de la telemática antagonista, habían optado por separar ambas ofertas. Tal es el caso de la ECN italiana, cuyos nodos dejaron de ser BBSs para convertirse en proveedores de servicios (correo electrónico, web, etc.) que no proveen de acceso a Internet, acceso que quienes frecuentan la ECN deben conseguir por otros medios (la empresa, la universidad, los servidores comerciales...).
Es sabido que Nodo50-SODePAZ conocía de primera mano la experiencia de la ECN italiana, a pesar de lo cual optó por ofrecer la conexión como uno de sus productos y quizás como el mejor de ellos pues el sistema bajo el que se ha desarrollado Internet nos ha acostumbrado a pagar la conexión mientras que los servicios propios de la red (correo electrónico, web, etc.) los consideramos gratuitos.
A partir del momento en que Nodo50, en lo referente a conectividad, empezó a ofertar lo que otras empresas estaban comercializando, entrando de esa manera en un mercado en el que de algún modo debía competir, se produjo la insólita situación de que un proyecto militante ofrecía exactamente lo mismo que otras empresas estaban vendiendo y que, por tanto, se podía adquirir en el mercado mediante una relación estrictamente mercantil (repito: en lo referente a la conectividad).
El motivo por el cual Nodo50 valoró la necesidad de ofrecerse como proveedor de acceso para sus usuarios/as se presta a interpretaciones. Es posible que Nodo50-SODePAZ estuviera influido por el punto de vista sobre los desequilibrios entre Norte-Sur desarrollado por la campaña "50 Años Bastan", así como por muchas otras ONGs usuarias de Nodo50. Desde ese punto de vista, las estrategias de las multinacionales que controlan el mercado de la telefonía chocan con las necesidades del Sur y con las economías más pobres de los países no industrializados. El simple acceso a una línea telefónica está negado para la gran mayoría de la población, y por parte de las ONGs para el Desarrollo se considera de gran valor estratégico que los desequilibrios entre Norte y Sur disminuyan lo más posible en lo que respecta a conectividad y telecomunicaciones.
Es cierto que sin conexión no hay Internet, y que la accesibilidad y el precio de la conexión están controlados por las multinacionales telefónicas en situaciones en las que, por ejemplo, una llamada telefónica por parte de un campesino puede suponer su capacidad para negociar la venta de su cosecha con unos precios u otros (pensemos, otro ejemplo, lo que puede suponer la conectividad a Internet en los campamentos saharauis). Pero mientras en el Sur se imponen políticas que restringen el acceso masivo a la información y a la comunicación y, por extensión, a Internet, en el Norte es el propio desarrollo del capital el que está interesado en que todo el mundo tenga conectividad: la conectividad universal.
Parece que, mientras la ECN asumió un punto de vista de país industrializado, dejando que el propio mercado asumiera el marrón de la conexión, Nodo50-SODePAZ asumió un punto de vista más cercano al Sur, volcando todos sus esfuerzos, especialmente hasta otoño de 1998, en la conectividad.

La conectividad gratuita

En el momento de redactar estas líneas (verano de 1999), una vez liberalizado el mercado de las comunicaciones, las operadoras telefónicas han establecido una batalla por el mercado de las llamadas locales consistente en ofrecer conectividad gratuita a Internet (a cambio, claro está, de obtener buenos beneficios por la facturación de las llamadas). Ante la paradójica situación de que el propio mercado ofrezca gratis lo que desde hace años un proyecto militante ha intentado potenciar: la conectividad para todo el mundo, la reacción de Nodo50 se mueve entre la perplejidad ante el hecho de que sea el propio mercado el que haga realidad nuestros proyectos, y el patetismo al constatar que aquello en lo que ha volcado tanto esfuerzo queda desvalorizado precisamente al hacerse universal.
Quizás por eso, lejos de celebrar la conectividad universal como un derecho de ciudadanía, asume el punto de vista del pequeño comerciante que ve tambalearse su cuota de mercado, cosa que resulta inexplicable si tenemos en cuenta que Nodo50 es un proyecto militante y que, por ser otra cosa, está a salvo de los procesos dumping que desencadenan estas ofertas de gratuidad. ¿Quién, si no son los servidores como Nodo50, pueden invitar a sus usuarios/as a utilizar masivamente las conexiones gratuitas y llevar hasta el final esta maniobra del mercado exigiendo que la publicidad se haga efectiva y que todo el mundo dispongamos de conexiones gratuitas y de calidad ¡ya!?
Por el contrario, lo que ha hecho Nodo50 ha sido alertar a sus usuarios/as de los posibles engaños que se esconden tras estas ofertas[1]: concentración del mercado en reducidos y poderosos núcleos del poder ----económico (como si esa concentración dependiera de que paguemos o no la conexión) y falta de calidad en esas conexiones (insinuando que quien pague podrá contratar una conexión de calidad y quien no pague no).
Pero quizás lo más significativo sea el llamamiento a "dar una batalla en la concentración a través de poderosos y sugerentes portales que aglutinen recursos políticos alternativos", poniendo así en circulación un discurso sobre la unidad basado en el miedo y absolutamente contrario a lo que más nos gusta de Internet: que es un espacio para la distribución descentralizada, la copia y la proliferación, y no para la centralización ni la aglutinación de poderosos recursos, por más alternativos que éstos sean.

Continua --»


Notas

[1] El 15 de junio de 1999 Nodo50 envió a sus usuarios/as un correo electrónico que, con el asunto "URGENTE: Aviso a navegantes...", valora la situación creada por la gratuidad en las conexiones. No he encontrado el texto de ese correo en la web de Nodo50.
[subir al texto]

--------------------------------------
«-- Volver a las páginas del Area Telemática
«-- Volver al Indice del Archivo de Documentos
«-- Volver a la Página Principal del Centro Social