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Archivo de materiales sobre los sucesos de Génova


Atentos al anarquismo de estado

por Dario, Franca y Jacopo Fo

En 1972 poníamos en escena "¡Pum, pum! ¿Quién es? ¡La policía!", un espectáculo en el que se contaba cómo detrás de las bombas de aquellos años se encontraban los servicios secretos.

En el programa de mano del espectáculo incluíamos, a modo de prólogo, un informe de lo que había ocurrido a partir de las investigaciones judiciales y las contranvestigaciones realizadas por el Movimiento.

De los primeros atentados de aquellos años se habla de las bombas contra la vivienda del jefe de policía de Padova Bonnano, dos sedes del Movimiento Social, el palacio de justicia y la oficina del rector de la Universidad de Padua, Opocher.

Las bombas fueron atribuidas al Movimiento Estudiantil pero pronto empezaron salir a la luz nombres de terroristas de derecha: Fred, Ventura, Fachini. Se habla de Juliano, un comisario que había osado a seguir la "pista negra" y que terminó siendo acusado de distribuir armas y explosivos a los terroristas. Y se habla del policía Salvatore Ippolito y del fascista Mario Merlino, ambos infiltrados en el grupo anarquista "22 de marzo", frecuentado por Pietro Valpreda, aquel Valpreda que enseguida fue acusado del atentado del 12/12/69 en la Banca dell'Agricoltora y que costó la vida a 12 personas.

Ahora sabemos que en aquellos años decíamos la verdad. Toneladas de documentos reservados han salido de los sótanos del poder. En ellos se cuenta la historia de una provocación constante y criminal que costó centenas de vidas humanas. Historias increíbles de aviones militares que transportan terroristas, que van a colocar "bombas anarquistas" y de carabinieri que brindan después del secuestro y violación de Franca: ¡una acción militar bien lograda!

Lo que vemos estos días es una increíble repetición de lo que sucedió entonces. Y, como si nunca hubiese ocurrido nada, todavía oímos hablar de bombas anarquistas. Y el locutor Bruno Vespa tiene orgasmos múltiples mientras cuenta en directo las decenas de falsas alarmas de bomba que ha habido en toda Italia, y la bolsa que un emigrante extracomunitario ha perdido por la calle se convierte en un acontecimiento mediático cargado de drama. Pero las bombas eran verdaderas y sólo por cuestión de suerte, no han matado a nadie, aunque un agente estuvo a punto de perder un ojo.

Y una vez más aquí estamos, contemplando una escena que nos hiela el corazón. Ante el crecimiento de un movimiento contestatario mundial profundamente pacífico, el poder responde intentando arrastrarlo al juego de la violencia.

Y de ahí las bombas, de ahí que se busque la excusa para pegar y arrestar, esperando que alguno de los jóvenes acepte el choque militar. Y para que esto suceda, tened por seguro que ya hay nuevos infiltrados trabajando. En el momento en que escribimos, (jueves 19 de julio), no sabemos qué pasará en Génova. Esperamos que no pase nada, pero será difícil.

Es para preguntarse si ha sido inteligente la decisión de preferir el asedio a Génova a la propuesta avanzada por muchos de citarse en otro sitio, como se hizo en Porto Alegre con ocasión de la cumbre de los poderosos en Davos.

Hasta el último momento hemos intentado convencer a los representantes del movimiento de que trasladasen la manifestación a otro sitio. Pensad en qué ridículo habrían quedado los poderosos si se les hubiera dejado solos en la ciudad que habían blindado.

A veces, retirarse requiere más coraje que ir a la confrontación. Pero creemos que hoy el movimiento tiene una madurez distinta. En Porto Alegre se asistió al encuentro de miles de grupos que no se limitan a hacer asambleas y manifestaciones sino que construyen alternativas. Hoy el movimiento es capaz de hacer descender las vendas de la Nike y el valor de las acciones de la Monsanto. Importa el café que producen las cooperativas de Sudamérica, bolsas de África y vajillas de la India. El Movimiento presta dinero a 20 millones de mujeres que están en la miseria para que puedan iniciar en la actividad y da cursos de autoimpresión vía internet en 300 idiomas.

Las ecoaldeas africanas frenan el avance del desierto utilizando técnicas neolíticas. Y el Movimiento de los Micro-créditos quita el hambre a millones de personas en las favelas, dando a conocer las técnicas agrícolas de los mayas. Obtienen cosechas sorprendentes en pocos metros de tierra porque plantan juntos los ajos que protegen en maíz que empuja las raíces en profundidad ayudando a las calabazas que absorben la energía que producen las habichuelas blancas.

Hoy, millones de personas utilizan la inteligencia y la pasión de cultivar un modo distinto de vivir en los pliegues del despilfarro y la locura de este sistema económico.

Con la Estrategia de la Tensión no fueron capaces de parar el Movimiento de los años 70 y ahora tampoco lo conseguirán.

Lo que sí lograron en esos años fue hacernos perder mucho tiempo y a muchos compañeros, muertos o abocados a reaccionar de manera violenta a la brutalidad criminal del poder. Muchas personas fueron asesinadas por una rabia insensata e inútil.

La épica de las barricadas tiene una fascinación enorme y purificadora. Regala emociones radiantes, banderas arremolinadas, himnos y sueños de mujeres bellísimas que curan las heridas de los héroes. A veces, si embargo, si quieres combatir la desesperación y el hambre del mundo, labrar la tierra es la única posibilidad que tienes a tu alcance.

Y después de labrarla, tendrás que abonar y te mancharás las manos de mierda. Y cuando hueles a estiércol. Y cuando apestas a estiércol te resulta más difícil oír cantar los himnos de gloria. Pero después, cuando las plantas crezcan, podrás comer y beber, si has tenido la sagacidad de plantar también la vida.

Dario, Franca e Jacopo Fo Traduccion del artículo de Dario Fo aparecido en Indymedia Italia: Attenti all'anarchico di stato



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