EE UU y sus aliados dinamitan el protocolo de seguridad sobre alimentos transgénicos

La ONU aplaza un aņo las negociaciones tras el rotundo fracaso de la cumbre de Cartagena

Seis aņos de estudio y diez días de intensas negociaciones no han servido para nada. EE UU y los países productores de alimentos genéticamente modificados (Canadá, Argentina, Uruguay, Chile y Australia) impidieron que la cumbre de Cartagena de Indias (Colombia) aprobara el primer protocolo de seguridad sobre los alimentos transgénicos, a pesar del consenso alcanzado por otros 132 países. Los defensores del comercio sin barreras han ganado la batalla.

La ONU anunció que reanudará las negociaciones antes de mayo del 2000. Hasta entonces la comercialización de alimentos de origen transgénico seguirá igual: es decir, sin otras reglas que las meramente comerciales.

Los países pobres, las ONG y, en los últimos días de reunión, la Unión Europea, intentaron redactar el protocolo bajo el llamado "principio de precaución", es decir, no dejar circular libremente aquello que todavía no se sabe fehacientemente si perjudica o no a la salud humana y el medio ambiente. A ello se opusieron el grupo de 6 paises mayores productores de transgenicos. De entre ellos destaca Estados unidos que controla el 90% del comercio mundial de OVM.

El Congreso rechaza la prohibición de transgénicos

El Congreso rechazó ayer una iniciativa para prohibir durante tres aņos la importación, venta y cultivo de productos transgénicos en Espaņa, y para obligar al etiquetado de los mismos. La Comisión de Medio Ambiente rechazó por 20 votos en contra (PP y CiU) y 19 a favor (Grupo Mixto, PSOE e IU) la proposición no de ley presentada por la diputada de Izquierda Unida Presentación Urán.

El Instituto Nacional de Consumo, afirmó la socialista Carmen Heras, "reconoce que no sabe si se cumplen las obligaciones del etiquetado" en Espaņa, país que en los tres últimos aņos se ha convertido en un "gran importador de transgénicos; el primero de maíz y el segundo de soja".